sábado, 29 de agosto de 2015

POR LAS TIERRAS DE ALICANTE (2) ALTEA

Entrada al Casco Antiguo




"Altea erige sobre un promontorio junto al Mediterráneo su blanco casco antiguo, con la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo en lo más alto. El templo, con sus inconfundibles cúpulas de azulejo es, sin duda, el símbolo de la localidad. Pero el aire del viejo pueblo pesquero se saborea en sus pintorescas calles empedradas que descienden hacia el mar. La parte antigua es un lugar ideal para disfrutar de la gran oferta de restaurantes y puestos de artesanía de esta emblemática localidad de la Costa Blanca, que ha atraído a lo largo de la historia a numerosos artistas."

Altea aparece siempre en el ranking de pueblos más bellos de España y uno de los mejores lugares para sorprender a las visitas foráneas; pero para mí, Altea siempre ha sido sobre todo el lugar romántico por excelencia de nuestra tierra, donde atesoro muchos recuerdos e inolvidables momentos. 

Altea todavía se ha vuelto más entrañable desde que tenemos como amiga a Mª José, que se encarga de mostrarnos rincones con encanto más allá del Casco Antiguo.

En la terraza de El Negro de Altea
Parece increíble, pero no hay gente
A mí, particularmente me gusta ir al restaurante El Negro de Altea en verano cuando hay luna llena, ya que desde su terraza ajardinada se contemplan unas vistas espectaculares de la bahía de Altea (lo de menos es la cena), y otro momento especial es en las fiestas de San Roque, el segundo sábado de agosto, cuando desde la terraza de algunos restaurantes (y desde otros muchos lugares) puedes contemplar, mientras cenas, el espectáculo de fuegos artificiales del Castell de l´Olla, el único castillo de fuegos artificiales del mundo que se lanza desde el mar.


En el interior de la bola de nieve contemplamos una vista del Casco Antiguo dominado por la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Consuelo, también llamada "Iglesia de Arriba", levantada a principios del siglo XX, en una sola nave de gran altura, destacando por sus dos cúpulas de azulejos azules típicos levantinos con adornos en blanco que se han convertido en un símbolo de la localidad. En la base contemplamos las vistas que se pueden contemplar desde el mirador de la Plaza o Cronistas de España, para ser más exactos: casas encaladas y vistas desde la Bahía de Altea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario