jueves, 20 de agosto de 2015

POR LAS TIERRAS DE ALICANTE (1) PARQUE NATURAL DEL PEÑÓN DE IFACH

El Monolito de la Costa Blanca
"El peñón de Ifach es un soberbio túmulo calizo que se yergue sobre el mismo mar. Montaña mágica y sagrada para todas las culturas el Mediterráneo, sus paredes han sido motivo de reto para los escaladores."

Pues sí, en Alicante también tenemos algunas localidades con bola de nieve: Calpe, Benidorm, Altea, Guadalest y es posible que haya alguna más; sin embargo, ni en Alicante capital, ni en Elx, ni en el resto de lugares emblemáticos podemos encontrar bolas de nieve, salvo las consabidas escenas marinas de delfines, barcas, faros y similares.

En la bola propiamente dicha tenemos una representación bastante correcta del Peñón, y en su dorso se nos muestra la costa de Calpe bifurcándose en dos brazos, uno que lleva al peñón recorriendo, entre otras, las playas del Arenal, y el otro brazo que nos muestra las Salinas (con flamencos incluidos) hasta llegar a la playa de Levante.

El Peñón de Ifach, uno de los símbolos de la Costa Blanca, se alza en el mar como roca calcárea de unos 50.000 metros cúbicos a 332 m de altura y un km de longitud. Unido a tierra por un estrecho istmo, es producto de un deslizamiento de la cercana "Sierra de Oltà", constituyendo uno de los accidentes geográficos de mayor singularidad y belleza no solo de la Comunidad Valenciana, sino de todo el litoral mediterráneo.

Resumen de la ruta:
Al llegar a pie de Peñón, aparcamos en un lugar habilitado para vehículos y empezamos a subir; hacemos una parada obligatoria en la oficina de información del parque, visitando sus instalaciones y aprovechamos para ir al baño. Subimos por un camino perfectamente señalizada, con vallas y miradores y llegamos hasta el túnel.

Una vez pasado el túnel y andado unos cientos de metros, nos desviamos a la derecha, en un tramo un poco más complicado por la pendiente y el relieve dominante; entonces el camino nos conducirá hasta la cima: es el momento de disfrutar de las sensaciones que nos proporciona la naturaleza.

Retomando el camino de la izquierda, la senda ofrece la oportunidad de observar los grupos de pinos tumbados y las jaras, así como de oír o ver gaviotas, verderones o currucas. Al llegar al final se aprecia la verticalidad de los acantilados de poniente, el cabo de san Antonio detrás de la Punta de Moraira y las últimas estribaciones del Peñón.

Hemos estado varias veces en Calpe, atraídos por el reto de subir hasta lo alto del túmulo, bañarnos en sus playas o hartarnos de marisco a pie de playa de Cantal Roig.

A día de hoy, el acceso al Peñón está cerrado por desprendimientos en su túnel, pero aquí os dejo un enlace con la ruta para cuando esté arreglado, unas fotos de cuando estuvimos en el 2008 y otro enlace de Tripadvisor con opiniones de usuarios sobre los restaurantes de la zona. Si te decides por las marisquerías, mi consejo es que las visites todas, compares y regatees al mismo tiempo que degustas un vasito de sangría ofrecido gentilmente por los camareros.


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